¿Qué tan cotidiano puede ser el tema de la piel, si nosotros no nos damos cuenta que está ahí? En este workshop, el grupo 5 experimentó las diferentes maneras en las que podemos interpretar la piel. Unas veces dada por la sensibilidad de la misma, por las respuestas que presenta al ambiente exterior, y en otros casos simplemente porque nos permitía identificar espacios.
Aunque esa piel nos hizo entender que en todos los casos hay un adentro y un afuera, nuestra propuesta consistió en tratar de borrar esa línea divisoria, proponiendo la piel no solo como un recubrimiento, sino como un órgano poroso, que aunque separa y protege, también absorbe. La porosidad es una característica de nuestra piel que a veces olvidamos, pero que nos vuelve participes del entorno, sin necesidad de ser vulnerables. La vida debería ser tomada como una piel porosa.
Aunque esa piel nos hizo entender que en todos los casos hay un adentro y un afuera, nuestra propuesta consistió en tratar de borrar esa línea divisoria, proponiendo la piel no solo como un recubrimiento, sino como un órgano poroso, que aunque separa y protege, también absorbe. La porosidad es una característica de nuestra piel que a veces olvidamos, pero que nos vuelve participes del entorno, sin necesidad de ser vulnerables. La vida debería ser tomada como una piel porosa.
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